Entra el marido por la puerta y le dice a su mujer:
-María, a que no sabes qué me han regalado??
– Pues no Pepe, no me lo puedo imaginar.
Abre el hombre una caja y saca un lechoncillo.
– ¡Mira! Me he encontrado con mi tío el del pueblo y me ha regalado un lechón.
– ¡Pero Pepe! ¿Para qué queremos un cerdo?
– Calla María, que dentro de nada llegan las Navidades, le damos bien de comer y así solucionamos la cena de Navidad.
– ¡Tú estás loco! ¿Dónde lo vamos a meter?
– Pues… ¡Debajo de nuestra cama!
– ¡Pero bueno! Eso ni hablar. Y… ¿Qué pasa con el olor?
A lo cual el hombre contesta:
– El olor… el olor… ¡¡¡¡¡Que se aguante!!!!!