Cuento el Árbol de Navidad II

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Como os prometí, en el anterior post.. aquí os dejo el cuento de navidad. Es la segunda parte de esta estupenda historia navideña.

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El árbol de Navidad II

Clarita se fue sin querer discutir con Don Bonachón y lo saludó con una sonrisa, mientras pensaba qué otra cosa conseguir para el arbolito.

Luego llegó Pedrito un niño muy humilde. Se paró frente al árbol, elevó su mano hacia una de las ramas e hizo como si dejara algo en una de ellas. La verdad es que no había puesto nada, pero se fue muy contento. Don Bonachón presenció la escena muy intrigado, pero no dijo nada.

Al rato llegó una señora muy adinerada en su lujoso auto. De allí bajaron una gran lámpara con cientos de luces pequeñas y cristales que colgaban.

– Vengo a darle un toque de lujo a este árbol, con estas luces en la punta lucirá como el mejor de todos y esto, gracias a mi generosidad. Dijo la señora adinerada.

Mucho le costó al alcalde hacerle entender a la señora que no podían colgar semejante lámpara del árbol, sin que éste se cayera.

Luego de una discusión nada sencilla, la señora se retiró muy ofendida con su lámpara y pensando en que la Navidad no tendría ningún toque de distinción.

La gente seguía trayendo adornos, moños y cosas para el árbol que poco a poco se iba llenando.

La Navidad se acercaba y Pedrito iba todos los días y también todos los días hacía lo mismo. Paradito frente al árbol abría su manito pequeña, hacía como que dejaba algo en una ramita y con una inmensa sonrisa se iba.

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FIN

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