En estas fechas navideñas las calles están decoradas con guirnaldas y luces que se inspiran en motivos vegetales.
Las plantas más tradicionales de las Navidades son el típico abeto o árbol de Navidad y las flores de pascua, pero no podemos olvidar «el acebo».
El acebo es originario de la zona mediterránea y deciros que además en Europa es una especie protegida, así que hay que cuidarlo mucho.
Es un arbusto de hojas de color verde y espinosas, tiene unos frutos de color rojo en forma de bolitas que lo hacen muy llamativo, por es que se empezó a usar en la decoración de las casas en las Pascuas Navideñas. Y esta tradición ha echo mermar el arbusto en parte de su habitat natural. En la Península Ibérica lo solemos encontrar en la mitad norte en bosques de coníferas y robles.
¿Sabías que el fruto del acebo es venenoso? Pues sí, es venenosos para el consumo humano, y sin embargo es una fuente de alimento para los animales en el frio invierno. Si decides plantar uno en casa debes tener especial cuidado, sobre todo si tienes niños.
Además de los usos conocidos del acebo para decoración, he de deciros que el acebo produce una madera muy resistente que es muy apreciada por los ebanistas. Pero también tiene usos medicinales, ya que antaño sus hojas y madera se usaban como remedio contra la fiebre, y también se le atribuían características purgantes y tranquilizantes.
Por otra parte comentaros que en otros países a el acebo se le atribuyes propiedades mágicas, de ahí su tradición y simbolismo que comentaremos en otro artículos más adelante.
Pero como adelanto os diré que para el pueblo celta el acebo era un arbusto sagrado que se utilizaba en el solsticio de invierno ( navidad actual) para atraer suerte y prosperidad.
Vía: plantasyhogar