A las doce de la noche,
todos los gallos cantaron,
y en su canto anunciaron,
que el Niño Jesús nació.
Ay sí, ay no,
al Niño lo quiero yo.
Ay sí, ay no,
al Niño lo quiero yo.
Señora doña María,
aquí le traigo unas peras,
aunque no están muy maduras,
cocidas están muy buenas.
Ay sí, ay no,
al Niño lo quiero yo.
Ay sí, ay no,
al Niño lo quiero yo.
A las doce de la noche,
un gallo me despertó,
con su canto tan alegre,
diciendo Cristo nació.
Ay sí, ay no,
al Niño lo quiero yo.
Ay sí, ay no,
al Niño lo quiero yo.
En el portal de Belén,
hacen lumbre los pastores,
para calentar al Niño,
que ha nacido entre las flores.