“Ay del Chiquirritín”: un villancico que acaricia el alma en Navidad - Navidad. Tu revista navideña

“Ay del Chiquirritín”: un villancico que acaricia el alma en Navidad

En el corazón de la Navidad española, pocos villancicos despiertan tanta ternura como “Ay del Chiquirritín”. Esta canción tradicional se ha convertido en un clásico entrañable que se entona año tras año en hogares, escuelas, iglesias y conciertos navideños, evocando la dulzura del pesebre y el amor hacia el Niño Jesús.

Una joya del repertorio navideño español

Aunque su autoría exacta se desconoce, “Ay del Chiquirritín” forma parte del cancionero popular de villancicos españoles, especialmente difundido a partir del siglo XX. La versión más conocida fue popularizada por la cantante catalana Salomé y más tarde reinterpretada por figuras como Raphael, Rocío Dúrcal, María Dolores Pradera y el grupo infantil Parchís, entre otros. Su letra sencilla, su tono afectuoso y su melodía repetitiva y pegadiza han contribuido a su arraigo en el imaginario colectivo navideño.

El término “chiquirritín” —diminutivo afectuoso de “chiquitín”— refleja el cariño inmenso hacia el Niño Jesús, representado como un bebé indefenso, «metidito entre pajas», rodeado de ternura y adoración.

Letra completa del villancico

Ay del chiquirritín, chiquirriquitín,
metidito entre pajas.
Ay del chiquirritín, chiquirriquitín,
queridín, queridito del alma.

Entre un buey y una mula Dios ha nacido,
y en un pobre pesebre lo han recogido.

Ay del chiquirritín, chiquirriquitín,
metidito entre pajas.
Ay del chiquirritín, chiquirriquitín,
queridín, queridito del alma.

Por debajo del arco del portalico
se descubre a María, José y al Niño.

Ay del chiquirritín, chiquirriquitín,
metidito entre pajas.
Ay del chiquirritín, chiquirriquitín,
queridín, queridito del alma.

No me mires airado, hijito mío,
mírame con los ojos que yo te miro.

Ay del chiquirritín, chiquirriquitín,
metidito entre pajas.
Ay del chiquirritín, chiquirriquitín,
queridín, queridito del alma.

Un canto de ternura y devoción

La estructura del villancico combina estrofas narrativas y un estribillo repetitivo que refuerza el mensaje principal: la ternura hacia el niño recién nacido. A través de imágenes sencillas —el pesebre, la mula y el buey, la mirada del hijo hacia su madre—, el villancico transmite emociones universales de amor, protección, dulzura y devoción.

También te puede interesar:
El Hada de los Dientes ya tiene suu kit oficial

Este villancico no solo acompaña celebraciones religiosas, sino que ha cruzado fronteras y generaciones, convirtiéndose en uno de los temas infaltables en recopilaciones de canciones navideñas. Incluso fuera de los templos, su melodía se escucha en centros escolares, festivales, funciones infantiles y conciertos de Navidad.

Una pieza ideal para cantar en familia

Su letra y melodía accesibles la convierten en una de las favoritas para cantar con niños, en coros escolares o reuniones familiares. Es una forma perfecta de transmitir el espíritu navideño y mantener viva una tradición cultural que une a pequeños y mayores en torno a la figura del “chiquirritín”.

En resumen, “Ay del Chiquirritín” no es solo una canción navideña: es una expresión de cariño ancestral, un eco del pesebre que nos recuerda el verdadero sentido de la Navidad. Y como cada diciembre, seguirá emocionando corazones al son de “queridín, queridito del alma”.

Scroll al inicio