Los tres Reyes a los pies de Jesús
LOS TRES REYES:
Venimos desde Oriente,
guiados por la estrella;
lucero del alba bella
anuncia al sol naciente.
MELCHOR:
Para vos la alta sierra
me dio lingotes de oro:
tomad este tesoro
Señor del Cielo y Tierra.
GASPAR:
Para honraros a vos
este incienso he traído.
¡Oh Sacerdote ungido!
por la mano de Dios.
BALTASAR:
Pues tendréis un calvario
de dolor sin medida,
yo os traigo un relicario
con mitra florecida.
LOS TRES REYES:
Venimos de Oriente,
guiados por la estrella;
lucero del alba bella
anuncia al sol naciente.
UN ÁNGEL:
Jesús ha tomado el oro,
mas con desvío lo mira;
aprecia más el incienso
que luego a su Padre envía
en espiral de humo suave
que huele a gomas de Siria.
Lo que le ha gustado más
es el ramito de mirra.
Jesús lo estrecha a su pecho
como a Él le estrecha María.
Se pone a llorar Jesús;
su Madre acude solícita
y le canta una canción
que le torna la alegría.
Autor: Jacinto Verdaguer.