La Navidad es la época que más gusta a los puertorriqueños. Es una época en la que la familia y los amigos se reúnen para compartir sus alegrías y deseos para el nuevo año.
Durante estas fechas, todas las casas permanecen adornadas tanto por dentro como por fuera. Dentro se coloca el árbol de Navidad, lugar donde luego se colocarán los regalos.
Durante la Nochebuena, las familias se reúnen después de asistir a la misa de gallo, donde los más pequeños se suelen vestir de los elementos más representativos de los belenes. Una vez finalizada la misa, regresan a sus hogares y suelen comer pasteles, arroz con gandules, lechón asado a la barita, gandinga de cerdo, cuchifritos, morcillas, guineitos verdes, tembleque, arroz con dulce, turrones, coquito y toda clase de bebidas.
Como en otras partes del mundo, el 25 de diciembre, cuando se levantan, se encuentran los regalos que les ha dejado Santa Claus debajo del árbol.
Para la noche de fin de año, los puertorriqueños se juntan en una casa con los amigos y familiares para bailar, comer, cantar… mientras esperan la llegada del nuevo año. Cuando llegan las doce de la noche, se empiezan a felicitar el nuevo año, y algunos tiran agua a la calle para echar de sus casas todo lo malo.
En Víspera de Reyes, el 5 de enero, los niños recogen grama, pasto o hierba y la ponen debajo de sus camas en una cajita para los camellos. Cuando se duermen, llegan los Reyes para dejar sus regalos a la vez que los camellos se comen las hierbas recogidas.
