Cuando llega la Navidad a todos nos gusta respirar el ambiente navideño al son de villancicos y con las calles y casas engalanadas con luces para dar buena cuenta de que se acercan las fiestas, sin embargo lo que no hemos tenido en cuenta durante mucho tiempo es el gasto que esta iluminación produce. El encendido mañana y noche no sólo dispara el gasto de las facturas sino también el gasto energético y por tanto el perjuicio al medio ambiente.
No penséis que con esto quiero decir que haya que eliminar las luces navideñas, pero si se pueden tomar otras decisiones para ahorrar en energía. Por ejemplo, árboles ecológicos que funcionen a pedales o con placas solares. Esta medida la tomaron el año pasado en Barcelona, donde instalaron dos árboles que funcionaban a pedales, con el impulso de los viandantes que pasaban por su lado y se paraban a pedalear, o «peladear» como dice el reportero de España directo.
Fueron dos los árboles que funcionaban con este sistema de pedales y cuatro los que lo hacían a través de placas solares que absorbían la energía del sol durante el día y la empleaban de noche. ¿De verdad cuesta tanto cuidar el medio ambiente?. Yo creo que no.
