Los escaparates están pensados para atraer las miradas de los compradores, sin embargo no son demasiados los que se paran a mirar lo que hay detrás del cristal. Solo los interesados en los productos que oferta, pero el objetivo sería atraer las miradas de todos los viandantes y así captar más clientes.
Pocos los consiguen, pero en este caso si ha sido así. Se trata de un escaparate en movimiento de Cartier en Nueva York.
Vía: Joan Planas