La decoración juega un papel importante en la concepción de la vida en la filosofía del Feng Shui. Ya saben que esta práctica milenaria ha ido con el paso de los años convirtiéndose en muy popular y se le considera hoy en día una importante forma de propiciar la armonía en el hogar y el trabajo a través de la decoración. Y cuando se trata de decoración navideña, el tradicional uso de colores como el verde y rojo no resultan del todo faltos de significado, así que hoy les contaremos sobre los mejores colores para decorar el hogar, en vías de propiciar la armonía y los mejores logros para el año venidero a través del Feng Shui.
Pero nos centraremos en lo más importante de la decoración navideña, el gran protagonista de la ocasión, nada menos que el árbol navideño porque de él tan admirado y tan especialmente ubicado en el hogar, se puede lograr promover una celebración navideña de lo más positivo y atraer vibraciones positivas con el árbol en el período de fin de año que se prolongarán en el año que está llegando.
Alejándonos de las ideas comerciales de árboles navideños multicolores sin razón alguna más que convertirlos en vistosos, nos centraremos en que nuestro árbol sea predominantemente decorado de rojo, porque el rojo tiene su razón de ser, es el color de la buena suerte entre los chinos y los seguidores del Feng Shui, así que debemos concentrarnos en los adornos de color rojo para que se vea guapo pero sea un árbol positivo. Y el rojo será aún más positivo si lo acompañamos del dorado, así que podemos elegir unas luces decorativas en dorado que harán más fuerte la vibra positiva del árbol navideño.
El verde también es color vital en la decoración del árbol navideño, porque promueve la alegría y la vitalidad, así que elegir ornamentos verdes que combinen con los rojos sin superponer unos con otros, hará que el árbol no solo se vea bien sino sea la fuente de positivismo que todos anhelamos para un nuevo año. Pensar que nuestro árbol se ve guapo de amarillo, azul y mil colores es lógico pero esos colores están lejos de hacer de nuestro árbol una fuente de poder y energía positiva.
