Una de las experiencias más apasionantes para experimentar en época de fiestas es la de recorrer mercadillos de Navidad donde podemos pasar momentos inolvidables sorprendiéndonos de la cantidad de objetos que podemos encontrar allí, para comprar, observar o degustar.
Una forma distinta de hacer turismo en Navidad
Stuttgart
Comencemos por el de Stuttgart. La elegante ciudad alemana alberga al mercadillo de Navidad más grande en su clase del sur de Alemania. Fue construido a fines del siglo XVII por lo que se constituye en uno de los más antiguos de Europa. Pero su principal característica es que recibe a millones de visitantes durante las Navidades, no menos de tres a cuatro millones. Stuttgart es una bella ciudad y como en la mayoría de los casos, durante la Navidad el centro de la ciudad se transforma en una postal de genuino espíritu navideño.
Allí se encuentra la plaza de Schiller, la plaza del Mercado, el Ayuntamiento y otras atracciones, muchas de ellas muy antiguas y pintorescas. Precisamente el gobierno de la ciudad recibe miles de pedidos de autorización de parte de aquellos que pretenden instalar casetas en el centro de la ciudad. La mayoría de estas solicitudes sin embargo son rechazadas ya que solos unas trescientas suelen cumplimentar los severos requerimientos de las autoridades pertinentes.
Las casetas elegidas son de una gran belleza, con una reminiscencia alpina. Están construidas por supuesto en madera, con variedad de luces y adornos, techo de tejas y decoradas con personajes de fantasía, ángeles y figuras de Belén. Como en cualquiera de los mercadillos de Navidad, no puede faltar la gastronomía.
Por eso, se sirven allí toda clase de delicatessen típicas de todo el mundo. Quienes visitan este mercadillo de Navidad no pueden dejar de probar su inimitable pastel de frutas y nueces. Se lo denomina «Hutzelbrot» y se lo acompaña con un inigualable vino caliente con especias. Otra de las especialidades que no nos podemos perder es el pan de jengibre, el que se vende con las formas mas extrañas que se nos puedan ocurrir.
Praga
Otro de los mercadillos de Navidad que no podemos dejar de visitar es el de Praga. La Ciudad Vieja es el epicentro de los mayores festejos y las más hermosas atracciones. El Gran Árbol de Navidad que está ubicado allí se ilumina el 29 de noviembre y a partir de allí comienza una maravillosa fiesta de luces y colores. La feria cuenta con docenas de puestos donde puede comprarse de todo.
Adornos, velas, las más exquisitas comidas además de regalos para todos los gustos y todos los bolsillos. Algunas de las atracciones para no perderse son el barco de vapor que viaja alrededor del Puente Carlos y los fuegos artificiales de la noche del 24 de diciembre (Nochevieja).
Innsbruck
Sigamos ahora con Innsbruck. La pintoresca ciudad tirolesa cuenta con otro de los mercadillos de Navidad más encantadores del mundo. La Wiltener Platzl, está rodeada de construcciones históricas de gran belleza muy cerca de la Maria-Theresien-Strassse. En ese entorno se pueden probar las más apetitosas exquisiteces culinarias, un delicioso vino caliente y los mas variados dulces navideños. Otro buen programa es asistir a los numerosos conciertos y teatros que ofrecen por ejemplo, tiernas obras de títeres. No lejos de allí se yergue el imponente árbol de Navidad de Swarovski. La majestuosa pieza mide 15 metros de altura e ilumina con sus cristales todo el lugar.
Montreux
Sigamos con otro de los más atractivos mercadillos de Navidad, el de Montreux, en Suiza. Sobre la orilla del lago de Ginebra se ubican unos 150 chalets iluminados a pleno brindando un espectáculo único para quienes tienen la suerte de presenciarlo. Allí se ubica la estatua de Freddie Mercury, una de las mayores atracciones para los visitantes.
Se ofrecen artesanías, chocolates y todo tipo de decoraciones navideñas además de regalos que enmarcan al «Montreux Noel», rincón gastronómico de especialidades regionales como vinos calientes, comidas preparadas en calderos druidas y platos calientes como las tradicionales salchichas o raclettes.
Varsovia
Siguiendo hacia el este, encontramos a otro de los mercadillos de Navidad más bellos, el de Varsovia. Este año se ubicará en las cercanías del Estadio Nacional con un gigantesco árbol de Navidad presidiendo el lugar. Hay otro mercadillo en la Plac Wilsona, en un barrio «trendy» de la capital polaca. En los puestos allí instalados se vende pan de jengibre, vino caliente y las infaltables cervezas artesanales. Se encuentra abierta desde el 22 de noviembre al 22 de diciembre animando a la imponente ciudad.