En la fiesta original en Estados Unidos se dice «Trick-or-treat«, que traducido al castellano podría ser «Truco o trato» o «Dulce o truco». Su origen es una leyenda popular de origen celta según la cual tanto los espíritus de los difuntos como toda clase de entes procedentes de todos los reinos espirituales son libres de vagar por la Tierra durante lo que conocemos como la noche de Halloween.
Entre todos los espíritus había uno que era realmente malvado y que iba vagando por pueblos y aldeas, y de casa en casa decía, «truco o trato». Y según la leyenda lo mejor era hacer el trato, sin importar cual fuese y su coste, pues no pactar con el espíritu (que recibía el sobre nombre de Jack O’Lantern, y que es como conocemos la tradicionales calabazas de Halloween) supondría que su poderes se utilizarían para hacer el truco, que no era otra cosa que maldecir el hogar y sus moradores, maldición que reportaría todo tipo de infortunios, como enfermar la familia, matar al ganado con pestes o hasta quemar la casa que no pactó.
El origen de las calabazas con esas formas, muchas veces realmente horribles, surgió como una medida de protección para espantar al espíritu.
La traducción del inglés es literal, porque cuando nos referimos a «truco» realmente hablamos de una broma o susto, quizás una traducción más acertada podría ser «dulce o susto».
Cada vez es más habitual que esta tradición muy arraigada en los Estados Unidos y otros países son su influencia se extienda por otros países, por Europa y también cada vez más en España, donde seguro que no tardaremos en ver lo mismo que en la películas americanas. Niños de puerta en puerta, disfrazados, lanzado al aire la frase «truco o trato», «dulce o truco» o «dulce o broma». Siempre que los adultos les den caramelos, dinero o cualquier otro tipo de recompensa, significará que se aceptó el trato. En caso de negativa, los chicos gastarán una pequeña broma, siendo común arrojar huevos o espuma de afeitar contra la puerta de ese hogar.
Según podemos leer en la Wikipedia este recorrido infantil buscando dulces y golosinas enlaza mucho con la tradición holandesa de la Fiesta de San Martín.