Si algo hace especial estas fiestas que se acercan cada vez más, son las pequeñas tradiciones regionales que avivan la magia y la ilusión de estos días. Por eso, hoy vamos a hablar en Navidades en el Mundo, de una costumbre muy arraigada más cerca de casa, del Caga Tió catalán.
El tió en principio era el tronco madre que ardía en la hoguera en los hogares catalanes y que traía luz y calor y regalos a los habitantes de la casa, como golosinas, turrones o chocolate. Con el tiempo, este tronco evoluciona y se convierte en una entidad mágica con una cara sonriente pintada, una barretina y dos o cuatro patas, que llega a casa unas semanas antes de Navidad. Los habitantes de la casa tienen que cuidarlo, taparlo con una manta para que no pase frío y darle de comer pan seco, algarrobas, pieles de naranja o de mandarina y toda clase de frutas y, por supuesto, agua para que no tenga sed, hasta Nochebuena, cuando se hará cagar al Tió.
Esta tradición, tiene todo un ritual que se ha de seguir al pie de la letra, se trata de una ceremonia que se realiza en el hogar o en una pequeña comunidad, familia, amigos o coligio, en la que se cantan unas canciones típicas y posteriormente se golpea el tronco con una rama para que cague dulces. Algunas de estas canciones serían las siguientes:
Caga, Tió («caga, Tió»)
Tió de Nadal («Tió de Navidad»)
no caguis arengades («no cagues arenques»)
que són salades («que están salados»)
caga torrons («caga turrones»)
que són més bons («que están más buenos»)
Caga tió -caga tió-
ametlles i torró -almendras y turrón-
si no vols cagar -si no quieres cagar-
et donaré un cop de bastó -te daré un golpe de bastón-
Caga tió!
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