Según cuenta la leyenda, la tradición de colocar un portal de Belén en los hogares nació como iniciativa del mismo San Francisco de Asís, quien llevó a cabo la primera representación de dicho pasaje de la Biblia en 1223, en una cueva de Greccio, en Italia. Desde entonces se ha difundido por todo el mundo y se ha convertido en una afición con la que muchas personas llegan a recrear impresionantes ciudades en miniatura de gran extensión, y con todo lujo de detalles.
Porque, como todos sabemos, tener un portal de Belén en condiciones ya no implica sólo contar con el misterio y algunos pastores reunidos a su alrededor. En las tiendas especializadas en belenismo (nombre con el que se conoce a esta tradición) podemos encontrar pequeñas figuras de todo tipo, así como piezas y elementos para recrear las casas en su interior y exterior, las calles, las tiendas… en suma, numerosas figuras decorativas que suelen hacer las delicias de todos aquellos que disfruten con las miniaturas (y con la Navidad en general). Por otro lado, también tiene su importancia la recreación del entorno: muchos eligen papeles pintados para representar el horizonte, y otros, en cambio, lo elaboran ellos mismos con elementos naturales o artificiales.
Las posibilidades son inmensas, y si tenemos paciencia y tiempo podemos conseguir un portal tan detallado y original como nos dicte nuestra imaginación. Hoy os mostramos algunos ejemplos de escenografía navideña para vuestra Belén en miniatura, con los que podéis despertar vuestra inspiración.