La Navidad es una fiesta para celebrar con familia y amigos. Nunca falta la buena música, la comida y los chistes, pero aún así no se puede dejar de lado la existencia de un lado oscuro, el de los accidentes con fuegos pirotécnicos y corchos que salen disparados de alguna bebida y terminan impactando contra la gente.
En diferentes países del mundo suele haber un recuento posterior a la fecha navideña, para saber cuántas personas fueron atendidas por este tipo de accidentes. Se ha vuelto casi una tradición, igual que armar el árbol de Navidad o el pesebre. En Argentina, por ejemplo, nos despertamos al día siguiente de la fiesta y en los noticieros suelen aparece recuadros con el número de heridos y fallecidos a causa del mal uso de fuegos pirotécnicos o accidentes con los corchos y tapones de bebidas como la sidra o el ananá fizz.
Las cifras de los fuegos pirotécnicos
Este año los números fueron bastante reducidos en comparación a años anteriores. En Argentina hubo fuertes campañas desde las redes sociales para reducir el uso de fuegos artificiales. Principalmente se intentó concientizar desde frentes como los accidentes por el uso descuidado y el daño a los animales.
Por suerte hubo una buena aceptación por parte del público. En ciudades costeras como Villa Gesell y Mar del Plata el número de fuegos artificiales se redujo mucho. También se espera que haya mayor actividad en Año Nuevo, pero lo más importante es que se han reducido los casos de accidentes. En Capital Federal solamente se atendieron 66 casos.
Para aquellos que sostienen que los fuegos artificiales son parte del festejo, pese a que afectan mucho a perros y gatos por sus sistemas auditivos sensibles, solo basta recordarles que se pueden acercar a los espectáculos oficiales de fuegos artificiales que organiza cada municipio. Están controlados y realizados por expertos.