Los niños son, sin duda, quienes mejor se lo pasan durante las fiestas de Halloween. Muchos esperan ya impacientes a la Noche de Brujas para enfundarse sus terroríficos disfraces y corretear de casa en casa al son de “truco o trato”. Nosotros también podemos poner nuestro granito de arena para hacer que el día sea especial para ellos con algo de decoración siniestra en nuestro hogar… y, por supuesto, con dulces diseñados para la ocasión.
Hoy os presentamos una idea que sin duda les resultará muy divertida, y para nosotros será bastante simple de hacer: las piruletas-fantasma. ¡Una mezcla de golosinas y juguetes!
Para realizarlas, sólo necesitamos unos cuantos elementos muy fáciles de conseguir:
-Varias piruletas, preferiblemente redondas.
-Trozos de fieltro blanco o negro.
-Pegamento.
-Cinta o cuerda de color rojo.
Cortaremos el fieltro blanco preferentemente en forma cuadrada, y con él crearemos las “sábanas” de nuestros fantasmas en miniatura. Los ojos serán pequeños óvalos o círculos de fieltro negro, que pegaremos sobre el blanco. Por último, para atar la sábana a la piruleta utilizaremos la cuerda.
Fácil, ¿verdad? Por si os queda alguna duda (seguro que no), en la foto que os mostramos sobre la entrada podéis ver el resultado final. En un rato puedes convertir un buen montón de piruletas en originales espectros, perfectos para regalar a los pequeños que vengan a nuestra puerta, o si vamos a montar alguna fiesta para nuestros hijos. Eso sí, para que no tengan que pasar miedo días después en el dentista, ¡cuidado con los excesos!
Fuente: Juguetes.org.