Postal de Navidad: una tradición que no se pierde

Postal de Navidad: una tradición que no se pierde

Las Navidades actuales no son lo que solían ser. Y esto en varios aspectos. Las redes sociales no existían y las felicitaciones se daban de otra manera. Las tarjetas y cartas se esperaban con ansiedad. Hoy el correo ya no se ocupa de ello. Pero es bueno y agradable ponerse a recordar aquellas “buenas épocas” en las que la postal de Navidad era algo común.

¿Cómo surge la postal de Navidad?

¿Que cómo era antes? Bueno, primero había que conocer la dirección exacta del destinatario. No es lo mismo que saber llegar en automóvil o en bus. Aquí necesitas saber el número exacto de la casa o del apartamento en el bloque de pisos. Luego, elegir la postal de Navidad, que si te lo tomas en serio lleva un buen tiempo, ya que siempre aparece una mejor que la anterior.

Mas tarde, tomar la hoja blanca entre tus manos y aceptar que no sabes bien que decir, más que alguna frase ya gastada y cursi. Es que las musas no trabajan a pedido, se toman su tiempo. Esa frase que no aparece…. algo que resuma lo que siento, si es que el sentimiento es lo suficientemente claro, algo que exprese y resuma el sentimiento de la Navidad.

Es que las tarjetas navideñas se han convertido en verdaderos clásicos. Pero el valor hoy en día no es solo sentimental. En 2005 se subastó una tarjeta original elaborada por Sir Henry Cole, la que alcanzó la suma de 9000 libras esterlinas. En el mismísimo Museo Británico se exhibe una colección de postales de la reina María de Inglaterra.

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Fue Sir Henry Cole quien ideó las primeras felicitaciones Navideñas y la postal de Navidad. El ejemplo fue imitado rápidamente. Parece ser que la Navidad es una época propicia para poder expresar los sentimientos que no solemos expresar salvo en ocasiones tan especiales que son capaces de derribar nuestras inhibiciones.

Fuera de este caso tan especial, existen otro tipo de postales destinadas a organizaciones de beneficencia como por ejemplo UNICEF. En estos casos se suele destinar una parte de su precio a fines sociales.
Hay que aceptarlo, las postales navideñas ya no se utilizan, pero nos dejaron un recuerdo imborrable a aquellos que tuvimos la suerte de conocerlas y utilizarlas.

Fuente imagen: Pixabay

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