Este año entraremos en el 2009 un segundo más tarde que el año anterior, es decir, que el último minuto del año tendrá 61 segundo. No es cosa de magia sino que de debe a cuestiones astronómicas. Se añadirá un segundo más al último minuto de 2008 para corregir la diferencia que existe entre los relojes y el tiempo astronómico, el que se basa en la rotación del eje de la tierra, y que es más lento.
Estos segundos, que reciben el nombre de intercalares, se utilizan para mantener alineado el Tiempo Universal Coordinado con las escalares astronómicas variables GMT y el Horario Universal (UTI), algo que el común de los mortales no entendemos pero nos hará entrar en el nuevo año con un pelín de retraso.
Vía: Saber curioso (web no disponible)