Si tenemos un establecimiento de cualquier tipo, ya sea tienda, bar, restaurante…, este año podemos hacer que la Navidad también llegue a él, tal como hace en nuestro hogar. No sólo nos alegrará el día a día y las tediosas horas de trabajo, sino que hará lo propio con nuestra clientela, e incluso puede que atraiga a nuevos interesados. En suma, no se trata sólo de decorar por decorar; puede ser una excelente manera de dar un valor añadido a nuestro negocio en una época tan propensa a las compras y, por supuesto, a las reuniones y comidas.
El escaparate es, por supuesto, la zona en la que debemos poner especial atención, puesto que será lo más llamativo y lo que motive a quienes lo vean a probar suerte en el interior de nuestra tienda. Las luces son imprescindibles, pero hemos de evitar la saturación; no debemos olvidar que en el exterior también existirá gran profusión de las mismas (especialmente durante la tarde-noche). Lo mejor es intentar conseguir un contraste precisamente con la iluminación de la calle, de forma que nuestro escaparate destaque entre el colorido que probablemente le rodee.
En cuanto a la decoración, naturalmente debemos escoger motivos navideños que resulten familiares: Papá Noel, escenas del portal de Belén, los Reyes Magos… Pero también tenemos que potenciar la originalidad, y esto lo podemos conseguir mediante los materiales: figuras de papel, de plastilina, montadas con piezas de Lego… Estos simpáticos detalles harán que las miradas se detengan en nuestro establecimiento. Sólo hemos de dejar volar nuestra imaginación; y, por qué no, buscar alguna que otra fuente de inspiración en Internet.
En el caso de un bar o un restaurante, la decoración debe centrarse en la iluminación exterior, ya que, generalmente, no disponemos de un escaparate que haga las veces de reclamo. En el interior, no debemos olvidarnos de colocar un árbol, una flor de Pascua o cualquier otra planta de temporada. Además, podemos adornar las paredes con guirnaldas de los colores estacionales: plateado, rojo o blanco.
