A la hora de decorar la mesa, especialmente en Navidad, no sólo hay que cuidar los colores de los textiles, la vajilla, la cristalería, la cubertería, etc. También es muy importante la iluminación. Un iluminación incorrecta o inadecuada desluciría por completo el esfuerzo invertido en el resto de la decoración. En Navidad, lo ideal es una luz suave, acogedora y muy cálida, una luz que invite a estar en familia.
Esta idea es perfecta para una cena navideña:
Se trata de una iluminación muy original, diferente…
Se ha apostado por una iluminación general de la estancia muy suave y como luz puntual se han colocado esas pequeñas »burbujas» que contienen pequeñas velas, que cuelgan desde el techo y que caen sobre la mesa. Es precisamente la luz de las velas lo que aporta calidez a la decoración y, en este caso, lo hace además con gran originalidad.
Se trata de una idea espectacular a la par que sencilla. Si la quieres poner en práctica sólo debes buscar algunos recipientes de cristal, colocar en cada uno de ellos una vela, colgarlos del techo y que caigan a diferentes alturas sobre la mesa. El resultado a nivel visual y decorativo es espectacular.
