Seguro que en algún momento te has preguntado cuál fue el primer árbol de Navidad, y aunque las versiones son muchas y diferentes entre ellas, no podemos dejar de tener en cuenta que existen algunas versiones más famosas que otras. Particularmente vamos a repasar una que tiene sus orígenes allá por Tallín (Estonia), en el siglo XIII, un relato que cruza además toda la historia del país y que resulta muy emocionante.
La historia del primer árbol de Navidad
Al respecto, cuenta la leyenda que en su momento, los caballeros cruzados de la Orden Teutónica construyeron un castillo en la colina local más alta en la que hoy podemos encontrar ni más ni menos que el Parlamento de Estonia, produciendo una separación prácticamente inevitable entre lo que era la ciudad baja, y la ciudad alta, y por curioso que parezca, el sitio donde apareció entonces el primer árbol de Navidad.
En efecto, uno de los principales recorridos locales era el de la plaza del Ayuntamiento es el corazón neurálgico de la ciudad baja, centro de encuentro permanente de nobles y menos afamados, donde se instaló el primer árbol de Navidad. La historia cuenta que ello sucedió allá por el año 1441, en el que sin saberlo, alguien plantó el primer árbol de Navidad, permitiendo que la gente baile a su alrededor antes de prenderlo fuego.
A día de hoy, si viajamos a este sitio podemos encontrarnos con el aún centro de la plaza escoltado por las velas de los adornos navideños, además de algunos sitios turísticos como por ejemplo la Casa Consistorial y la farmacia en activo más antigua de Europa. Sin dudas, la capital de Estonia es uno de esos sitios famosos por su historia, y que allí haya aparecido el primer árbol de Navidad del mundo no hace más que confirmarlo.