Las cremas son un excelente recurso cuando buscas algo muy especial para sorprender a tus invitados en Navidad. Con esta receta de crema de mejillones triunfarás en cualquier ocasión que la presentes. ¡Te lo aseguro!
No cabe duda de que la gastronomía tiene un gran protagonismo cuando llegan las fiestas navideñas, especialmente porque nos reunimos con amigos, compañeros y familiares mucho más de lo habitual, y además lo hacemos siempre delante de comida. Es por eso que resulta muy importante tener una gran variedad de recetas, que a todos nos toca cocinar en alguna de las múltiples comidas/cenas.
Si hay un primer plato que triunfa en este tipo de comidas, sin duda podría decirse que son las cremas de marisco, especialmente las de mejillones, langosta, gambas, langostinos, bogavantes, carabineros, etc. Las cremas son deliciosas, un toque elegante y festivo que es mucho más especial que el típico caldo. Hoy te voy a recomendar una receta de crema de mejillones que he hecho varias veces y ¡está para chuparse los dedos!
¡Una crema muy fácil de hacer!
A mí me encantan todas estas cremas, no solo para Navidad, en realidad en cualquier momento del año las hago ya que están buenísimas. Y si hace frío, excelente como primer plato para entrar en calor. La receta de crema de mejillones que te voy a dar hoy la he hecho un montón de veces y resulta muy bien en cualquier ocasión. A mí no me gustan los mejillones, pero esta crema me encanta, ya que normalmente de los mejillones lo que no nos gusta es la textura, pero de sabor son deliciosos.
¿Qué ingredientes hacen falta?
Estas cantidades son para 4 comensales, y necesitas:
- Un kilo de mejillones
- 160 gr de vino albariño
- 150-200 gr de agua
- Un puerro
- Una chalota
- 100 gr de tomate pera (que esté maduro)
- Una ramita de cilantro (que esté fresca)
- Pulpa de pimiento choricero (una cucharadita de café)
- Azúcar (media cucharilla de postre)
- Sal al gusto
- 80 gr de pan sentado
- 50 gr de almendra cruda y sin piel
- Zumo de limón natural (una cucharada sopera)
- Picatostes
- 4 tallos de cebollino
- Aceite de oliva virgen extra (al gusto)
¡Preparación rápida y sencilla!
Limpia bien los mejillones y ponlos en una olla con el agua y el albariño, enciende el fuego deja que rompa a hervir estando tapada y que se abran los mejillones. Estira los que se vayan abriendo y escúrrelos bien para conservar el caldo que sueltan. Cuando ya estén todos abiertos, retíralos de las valvas pero deja los 8 más bonitos sin separar para utilizarlos en el emplatado.
Por otro lado, corta la chalota y el puerro en juliana, y los tomates, rállalos. Pon una cazuela con un buen chorro de aceite para hacer un sofrito y pocha la chalota y el puerro a fuego medio-bajo, añade una pizca de sal. Cuando esté tierno, añade el tomate, el azúcar y la pulpa del pimiento choricero.
Cuando el agua del tomate ya se haya evaporado, añade los mejillones, dales un par de vueltas y moja con el caldo que soltaron cuando se abrieron, que será más de medio kilo, más o menos. Añade el cilantro picadito, lleva a ebullición y cuece 8-10 minutos.
Cuando ha pasado todo ese tiempo de cocción, añade los picatostes, las almendras, el limón y pimienta negra. Tritura todo hasta que consigas una crema fina y homogénea, con una textura adecuada. Prueba antes de retirarla para saber si está bien de sal, de pimienta, de acidez, etc.
¿Cómo se puede emplatar?
Aunque sea una crema y supuestamente no dé mucho juego a la hora de emplatar, puedes lograr un resultado muy bonito. Puedes tostar los picatostes o bien freírlos en una sartén con un chorrito de aceite. De los mejillones que separaste, pon dos en cada plato para decorarlo, encima de los picatostes queda un efecto más bonito. Espolvorea con el cebollino y dale el toque final con un chorrito de aceite de oliva virgen extra.
Algunas recomendaciones
Si quieres darle más intensidad al sabor, el truco está en poner menos agua, mientras que si quieres suavizarlo, puedes añadirla. Si la quieres más densa también deberás quitar agua. Yo te recomiendo no pasarte con el agua e ir añadiendo hasta conseguir la textura deseada, ya que si desde el principio pones mucha y te queda muy fina, es muy complicado conseguir que esté más densa.
Esta crema de mejillones es la mejor antesala para cualquier segundo plato, tanto de pescado como de carne, aunque al ser un producto del mar, quizás vaya mejor con la carne para lograr un contraste más interesante. Si quieres triunfar como anfitrión/anfitriona esta Navidad, apuesta por ésta crema, o por cualquier otra, y te aseguro que la celebración será un éxito.