En Navidad, es habitual que nuestro hogar se llene de plantas. Desde nuestro inevitable y siempre bienvenido árbol, hasta la poinsettia o Flor de Pascua con su alegre carmesí; pasando por todo tipo de flores de la estación y por las coronas que solemos colocar en la puerta. Hoy queremos mostrarte una nueva propuesta para llenar de colorido los rincones de tu vivienda. Si no lo conoces ya, es un buen momento para que descubras el cactus de Navidad.
La palabra “cactus” suele hacernos esbozar al momento un gesto de desagrado. Hay opiniones muy divididas respecto a esta planta: a algunas personas les encanta su exotismo, y otras, en cambio, las consideran adornos pobres y aburridos. Sin embargo, el de Navidad no es un cactus al uso. Aunque pertenece a la misma familia, posee una serie de cualidades que enseguida te harán querer tenerlo en tu salón. Si quieres conocerlas, ¡no dejes de leer!
Se trata de una planta procedente de Brasil. Esto quiere decir que, aunque efectivamente, como el resto de sus compañeras, crece en lugares secos, no lo hace en desiertos extremos. Suelen encontrarse, sobre todo, en los humedales y selvas tropicales. Por tanto, requiere un mayor riego que otros cactus; debemos hacerlo unas dos o tres veces a la semana.
La ventaja de esta condición es evidente: se trata de una planta mucho más alegre y colorida que los cactus que estamos acostumbrados a ver. No requiere demasiada luz, y la podremos tener con nosotros todo el año, ya que florece en diferentes etapas. De todas maneras, es conveniente tener mucho cuidado con ella en verano. No olvidemos que nuestras temperaturas no son precisamente tropicales…
El color rosado de sus flores puede contrastar con nuestra decoración de Navidad, basada casi siempre en el rojo y el blanco, y por supuesto con nuestras poinsettias. No dudes en regalar o traer a tu hogar un cactus de Navidad este año, ¡y cuéntanos tu experiencia!