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La leyenda del Gato de Navidad

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A quién más y a quién menos le gusta la Navidad. Es un momento mágico que, quieras o no, te acaban contagiando los niños y haciendo que formes parte de ella. Pero, más allá de las leyendas e historias que conoces, hay otras más como el Gato de Navidad. ¿La conoces?

Esta leyenda islandesa, conocida como «Jólakötturinn,» narra la historia de un gato gigante que merodea durante la Navidad, pero su papel es muy diferente al de Santa Claus. En este artículo, vas a conocer a fondo cuál es su historia, el origen y lo que significa. ¿Vamos a ello?

Orígenes de la leyenda del Gato de Navidad

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La leyenda del Gato de Navidad 3

Tal y como te hemos dicho antes, la leyenda del Gato de Navidad proviene de Islandia. Si no has estado nunca allí debes saber que es una tierra de paisajes impresionantes, rica tradición y un folclore único.

Ahora bien, la leyenda navideña del Gato no es tan “bonita” como pueden ser otras leyendas. En realidad, se basa en una historia oscura.

Según parece, el origen de esta leyenda tiene que ver con la Edad Media, momento en que empezó a surgir esta leyenda de un gato aterrador que se comía a los niños.

Aunque, como toda leyenda, hay muchas variaciones. En otras versiones se dice que solo los dejaba sin comida ni golosinas de Navidad.

Qué cuenta la leyenda del Gato de Navidad

Según la tradición islandesa, el Gato de Navidad es conocido como «Jólakötturinn» o «Yule Cat”. El Gato de Navidad es un ser gigante y temible que se dice que merodea por las montañas de Islandia durante la temporada navideña. Su apariencia es impactante: un gato negro de proporciones colosales con ojos brillantes y feroces. A medida que se acerca la Navidad, se dice que el Gato de Navidad acecha las granjas y los hogares en busca de su presa: las personas que no han recibido ropa nueva antes de la Nochebuena.

Así es, la leyenda se basa en un personaje que busca a las personas que no tienen ropa nueva para vestir. Se acerca sigilosamente a las casas y, si descubre que alguien no tiene una prenda nueva, lo devora.

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Pero, ¿por qué?

La importancia de la ropa nueva

Es muy probable que no lo sepas pero, a lo largo de los siglos, la adquisición de ropa nueva para la Nochebuena se ha convertido en una tradición profundamente arraigada en la sociedad islandesa. La creencia es que tener ropa nueva en esta época del año es un signo de prosperidad y bienestar. Por lo tanto, muchas familias se esfuerzan por adquirir al menos una prenda nueva para cada miembro de la familia antes de la Navidad.

También se traduce en una forma de mostrar gratitud por las bendiciones recibidas durante el año y de celebrar la temporada navideña con dignidad y alegría.

Pero, centrándonos en la leyenda, se convierte en un amuleto de protección para que el Gato de Navidad no te coma.

El Gato de Navidad en la cultura islandesa

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La leyenda del Gato de Navidad 4

Aunque la leyenda del Gato de Navidad puede parecer inusual y amenazadora, desempeña un papel importante en la cultura islandesa. Y es que la historia del Gato de Navidad ha sido utilizada a lo largo de los años para inculcar valores de generosidad y solidaridad en la sociedad.

De hecho, algunos padres cuentan la historia a sus hijos como un recordatorio de la importancia de la caridad y el apoyo a los necesitados durante la temporada navideña. Y en colegios e institutos pueden hacer colectas de ropa nueva para llevarla después a albergues y lugares así.

Cuál es la moraleja de la leyenda del Gato de Navidad

Aunque la leyenda del Gato de Navidad puede parecer oscura y siniestra, su verdadera moraleja es promover la generosidad y el apoyo hacia los menos afortunados.

Digamos que es una forma de ayudar al prójimo y no olvidarse de otras personas que también pueden necesitar ayuda.

Por supuesto, este Gato también ha evolucionado, y ahora no solo forma parte de las leyendas que se contaban de él, sino que está presente en la cultura pop e incluso en el turismo.

El poema del Gato de Navidad

En Islandia tienen un poema de Jóhannes úr Kötlum que habla de él. Y dice así (traducido):

«Has oído hablar del Gato de Navidad —

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Realmente era inmenso;

Nadie sabía de dónde venía,

Nadie sabía a dónde iba.

Abría sus ojos de par en par

Y ambos brillaban intensamente;

No era apto para los débiles de corazón

Enfrentar esa terrible vista.

Sus bigotes eran afilados como ganchos de carne,

Su espalda se arqueaba bien alta,

Y las garras en sus patas peludas

Eran espantosas de ver.

Agitaba su poderosa cola,

Saltaba, arañaba y bufaba,

A veces en el valle,

A veces en el acantilado.

Hambriento, salvaje y sombrío, vagaba

A través de la amarga nieve invernal,

Daba escalofríos a todos

Dondequiera que fuera.

Si escuchabas un aullido desolador afuera,

Tu suerte acababa de agotarse;

Eran los hombres, no los ratones, a quienes cazaba —

De eso no había duda.

Se cebaba con los pobres

Que no recibían regalos para Yule,

Que luchaban por seguir adelante,

Cuyas vidas eran duras y crueles.

Tomaba toda su comida de Yule

De la mesa y la repisa,

No les dejaba ni un bocado,

Se lo comía todo él mismo.

Y así, las mujeres trabajaban

Con huso, rueca y telar,

Para hacer un pequeño parche de colores

O simplemente un calcetín.

Porque no podía entrar

A atrapar a los pequeños,

Si habías dado ropa

A tus hijas e hijos.

Y cuando las velas se encendían,

Cuando llegaba la Noche de Yule,

Los niños agarraban sus regalos

Mientras el gato afuera los observaba.

Algunos podrían recibir un delantal,

Algunos zapatos u otras cosas,

Siempre que tuvieran algo,

Eso sería suficiente.

Porque Kitty no podía comerlos

Si tenían ropa nueva para ponerse;

Siseaba y aullaba horriblemente,

Y luego se iba.

Si sigue por ahí

Realmente no podría decirlo,

Pero si todos reciben regalos para Yule,

Entonces todo puede estar bien.

Tal vez recuerdes

Ayudar con regalos tú mismo;

Tal vez todavía hay niños

Que no recibirían nada más.

Quizás si puedes ayudar a aquellos

Que necesitan un poco de alegría,

Te traerá un Feliz Yule

¡Y un Próspero Año Nuevo!».

¿Conocías la leyenda del Gato de Navidad? ¿Habías oído hablar de ella?

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